Emor
8 de Iyar� 5760; 13 de Mayo 2000
�� Resumen de la
Parash�
�� Comentario a la
Parash�
�� Haftar�
�� Amor a la Tierra
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de estos s�mbolos
Resumen de la
Parash�
Se ordena que los kohanim eviten el contacto con
cad�veres, a fin de mantener un nivel elevado de pureza ritual. Se les permite
asistir solamente al funeral de los siete familiares m�s cercanos: el padre, la
madre, la esposa, el hijo, la hija, el hermano y la hermana soltera. El Kohen Gadol no puede asistir a ning�n
funeral, ni siquiera el de sus familiares m�s cercanos. A los kohanim se les imponen ciertas
restricciones maritales. La naci�n tiene el deber de honrar a los kohanim. Se enumeran todos los defectos
f�sicos que invalidan al kohen de
servir en el Templo. La terum�,
diezmo que se entrega a los kohanim,
s�lo puede ser comida por �stos y por sus familias. Se puede sacrificar a los
animales en el Templo, despu�s de que cumple ocho d�as de vida, y no tiene
ning�n defecto f�sico. Se ordena a la naci�n que �santifique a Hashem� (Kidush Hashem), asegur�ndose de que
siempre se comporte de un modo ejemplar, y estando dispuesta a renunciar a la
vida antes que asesinar, mantener relaciones il�citas o adorar �dolos. Se
describen las caracter�sticas especiales de las distintas fiestas, y se
recuerda a la naci�n que en las fiestas no pueden realizar ciertas melajot (trabajos creativos). Los nuevos
granos (jadash) no pueden utilizarse
sino hasta despu�s del segundo d�a de P�saj, cuando se ofrece el Omer de cebada , cuando esta el Templo
en pie. La parash� explica las leyes de preparaci�n del aceite de la Menor� y
del Lejem ha Panim (Pan de la
Proposici�n) del Templo. Un hombre blasfema a Hashem y se lo ejecuta, tal como
lo prescribe la Tor�.
Comentario
a la Parash�
�Todo hombre de tu descendencia a lo largo de sus generaciones en el
que hubiere una m�cula no se acercar� a ofrendar el alimento de D-os� (21:17)
Las
puertas del restaurante se abrieron de par en par, dejando entrar el sonido y
el aroma del Hollywood Boulevard. Un hombre bajito y acicalado, cuya sonrisa
deca�a un poco en los bordes, se par� en la puerta. Mir� en todas direcciones
unos instantes, y entonces empez� a caminar entre las mesas; un par de mozos,
bandejas en mano, hicieron piruetas para no chocarlo. El hombre finalmente
lleg� a mi mesa, se sent� enfrente de m� y me mir� varios segundos. Le
pregunt�: ��Y? �C�mo fue la audici�n� El sonri� su antigua sonrisa gastada y
dijo: �Me acabo de enterar de que soy demasiado viejo para los papeles para los
que sol�a ser demasiado bajo�.
En
Hollywood no existe dicotom�a entre la apariencia y la realidad. La apariencia es la realidad. Lo �nico que cuenta es
el aspecto que uno tiene.
Lo cual
no significa que el aspecto no tenga ninguna importancia. La Tor� nos ense�a
que en una disputa entre un rico y un pobre, el juez debe decirle al rico que
le de ropa al pobre para que se vista como �l, o bien que �l mismo se vista con
ropa de pobre. Reci�n entonces podr� juzgar su caso. Esto se debe a que el juez
puede verse influenciado por el status del rico. Puede ocurrir que est�
impersionado� por su fortuna y sea
parcial en su veredicto, en favor del rico. O tambi�n puede ocurrir que sienta
l�stima por el pobre, y juzgue en su favor.
Lo que resulta sorprendente con respecto a dicha ley es que el juez ya sabe que el rico es rico y que el pobre es pobre. �De qu� sirve cambiarles la ropa? Despu�s de todo, el juez sabe perfectamente con qui�n est� tratando en cada caso, �no?
La
vista posee un poder que no poseen los dem�s sentidos. El olfato podr� ser m�s
evocador; el sonido podr� ser m�s tranquilizante; pero no hay nada tan
inmediato como la vista. Ver para creer, como dice el refr�n... Y al ver uno
puede creer, incluso cuando uno sabe que lo que ve no es cierto. En nuestros
d�as, somos conscientes del tremendo poder que ejerce sobre nosotros la
publicidad, aun cuando sabemos que todo su prop�sito es vender� m�s jab�n. Lo visual se escurre por debajo
de las vallas del discernimiento y se instala en el inconsciente.
Con
esta idea en mente, tal vez entendamos uno de los aspectos m�s sorprendentes de
la parash� de esta semana. La Tor� le proh�be al Kohen que tiene un defecto
f�sico realizar el servicio del Beit HaMikdash. Esos defectos f�sicos pod�an ser,
por ejemplo, la ceguera, la invalidez, la nariz sin caballete, un ojo mucho m�s
grande que el otro, o una pierna m�s larga que la otra, una joroba en la
espalda, cejas extremadamente largas o una l�nea blanca que se extend�a desde
el blanco del ojo al iris. Todos estos Kohanim quedaban excluidos del servicio.
Pero si
el servicio de D-os es una empresa espiritual, �por qu� la Tor� excluye a los
Kohanim que tienen un defecto f�sico? La respuesta es que el servicio no s�lo
debe ser perfecto, sino que tambi�n
debe tener un aspecto perfecto. Tal
es la naturaleza del ser humano: lo que ven los ojos, lo siente el coraz�n.
Talmud Shavuot 32a, Or Yahil, Rab�
Mordejai Perelman
�Estas son las fiestas designadas de D-os, las santas convocaciones,
que designar�is en su momento apropiado� (23:1)
El
vers�culo citado es un perfecto ejemplo de c�mo la traducci�n no logra
transmitir la belleza de la Tor�, por no decir nada de su inmensa profundidad:
�Fiestas designadas� �santas convocaciones�. �Qu� significan estas frases?
En
hebreo, la palabra que suele traducirse como �fiesta� es moed. La palabra moed es
un �tiempo de encuentro�. Las fiestas jud�as son momentos en los que podemos
encontrarnos con D-os. Casi literalmente. Cada fiesta contiene dentro de s� el
poder primordial de aquel primer evento hist�rico, de aquel primer encuentro
con lo Divino, que estamos celebrando. Pongamos por caso P�saj: una vez al a�o
pasamos por el paisaje espiritual de ese d�a. Igual que un tren que retorna a
la misma estaci�n de alguna inmensa pista circular del tiempo. Al realizar ese
d�a ciertas� mitzvot espec�ficas, del
modo debido, estamos subiendo a este tren espiritual, en el que viajamos el a�o
entero. El sabor de la matz� se queda en el paladar del alma mucho m�s que una
sola noche. Ahora es parte de nosotros, hasta que retornemos a esa misma
estaci�n, a ese mismo punto de encuentro con D-os.�
El
t�rmino �convocaci�n� significa literalmente �citar o llamar a� una reuni�n�. Sin embargo, en hebreo, la
frase �mikrei kodesh� tambi�n puede
significar �llamados a la santidad�. En otras palabras, las fiestas jud�as son
un llamado, que pueden atraer a la persona como un im�n.
Mijtav MiEliahu, Jidushei HaRim
�Habitar�is en tabern�culos� (23:42)
�Por
qu� salimos de la casa y vivimos en una suc� despu�s de Yom Kipur? En Rosh
Hashan�, D-os juzga el mundo. En Yom Kipur, sella el decreto. El Midrash dice
que es posible que D-os haya decretado que el Pueblo Jud�o debe ir al exilio.
Por eso armamos una suc�, �exili�ndonos� de nuestras casas, y D-os considera
este �exilio� como si de veras hubi�semos sido exiliados.
Qu�
concepto tan extra�o. �C�mo es posible que con s�lo salir de casa y caminar
unos pocos metros se considere que fuimos exiliados? �Por no decir nada de lo
placentero que es este exilio!
Pero
respondamos a este interrogante con otro interrogante. �Qu� es lo que hace que
las personas se alejen los unos de los otros? Si hay algo que separa a las
personas, es la avaricia, el deseo de tomar. La l�gica que hay detr�s de la
avaricia es que todo lo que posee la otra persona est� restando de lo que yo
poseo. En otras palabras, el otro est� llenando mi espacio, est� respirando mi
aire, est� ocupando mi sitio. Todo lo que posee el otro significa que yo
tengo menos.
Cuando
una persona siente esto, la existencia misma de los dem�s le molesta. Esto es
lo que se llama sinat jinam, odio
porque s�. El sinat jinam es la causa del exilio del Pueblo Jud�o. Hace dos mil
a�os, fue destruido el Segundo Templo y fuimos exiliados y dispersados por todo
el mundo a causa del sinat jinam.
Pero el
castigo del sinat jinam, el exilio,
es tambi�n su cura. El exilio hace que la persona se sienta desarraigada y
desestabilizada. Inevitablemente, esto niega su avaricia. Ese sentimiento de
que los otros me est�n quitando lo que es m�o por derecho es ahora reemplazado
por un sentimiento de unidad: �Tal vez no tenga mucho, pero lo que tengo, est�s
invitado a compartirlo�
El
castigo del exilio cura la separaci�n entre las personas que es la
manifestaci�n del sinat jinam. La
suc� representa la anulaci�n del poder material y la avaricia, porque por m�s
ricos que� podamos ser, estamos
obligados a abandonar el dominio de nuestra riqueza, nuestra casa y todos sus
s�mbolos de poder y de status, todo lo que nos hace pensar que el mundo es
nuestro, y habitamos en una residencia temporaria. Ahora que estamos
desestabilizados, sentimos cu�nto necesitamos la protecci�n de D-os; que
nuestro poder en realidad no es nada. Habitamos bajo la �sombra de la fe�. Al
vivir en una residencia temporaria, nos sensibilizamos a la naturaleza
temporaria de nuestra residencia en este mundo.
Este
proceso de vivir en la suc� nos prodiga una sensaci�n de vulnerabilidad e
inestabilidad que es la estampa del exilio. Esta sensaci�n unifica al Pueblo
Jud�o, y anula el ego�smo que conduce al sinat
jinam, que fue la causa del veredicto del exilio en primer t�rmino. Qu�
interesante que con s�lo alejarnos unos cuantos metros de nuestros hogares
hayamos, en realidad, vivido en el exilio.
Mijtav
MiEliahu, Yalkut Shimoni 651
Yehezquel 44:15-31
Esta
profec�a se relaciona con el futuro Santuario y narra muchas de las leyes especiales
de los sacerdotes y del servicio del Santuario. Esto corresponde a las
numerosas leyes sacerdotales de la parash� de esta semana, Emor. La Haftar� se
inicia con la afirmaci�n de que los sacerdotes deber�n ser de la simiente de
Tzadok, un justo sacerdote de la �poca del Primer Templo que no fue tras la
adoraci�n pagana como muchos de sus contempor�neos.
El
profeta menciona luego las leyes concernientes a la obligaci�n de vestir las
ropas sacerdotales al realizar las tareas del Santuario. Los Kohanim no deber�n
estar ebrios al ingresar al Templo. La Haftar� menciona adem�s las leyes
matrimoniales especiales, y la prohibici�n de impurificarse espiritualmente a
trav�s del contacto con el cad�ver de una persona muerta, a menos que se trate
de un familiar cercano. Al final, menciona la donaci�n que reciben los Kohanim
de los distintos sacrificios y ofrendas.
Las
partes de los sacrificios que aparecen mencionadas en la Haftar�, como
incluyendo todo el concepto de sacrificio, son la sangre y la grasa (�dem
44:15). Esto se debe a que el salpicado de la sangre en las esquinas del altar
y el quemado de ciertas grasas son la principal obligaci�n de todos los
sacrificios.
La mala
inclinaci�n es una combinaci�n de dos tipos de pasi�n: el goce f�sico y los
deseos no f�sicos, tales como el honor y el orgullo. La grasa simboliza la gula
y dem�s placeres materiales, mientras que la sangre representa la din�mica
codicia de gloria y la interminable b�squeda de honor, que suele asociarse con
el derramamiento de sangre: la destrucci�n del pr�jimo. La idea de los
sacrificios es para que nos conectemos con la acci�n f�sica; por eso Le
ofrendamos a D-os entes tangibles que corresponden a las dos partes de nuestra
mala inclinaci�n, la cual deseamos superar a fin de refinar nuestro car�cter y
acercarnos a D-os.
Selecciones de
fuentes cl�sicas en las que se expresa Situada
en la gran ruta que conectaba los territorios de Egipto y Asiria, Meguido era
una ciudad de enorme importancia estrat�gica en los tiempos b�blicos. El Rey
Salom�n la fortific� como un basti�n de defensa (I Melajim 9:15). Cuando el
rey egipcio, el Fara�n Nejo, hizo marchar a su ej�rcito a la batalla con el
adversario del norte, el Rey Yoshia de Israel, que fue a luchar contra �l en
Meguido, fue muerto all�, igual que su predecesor el Rey Ajazayahu, que
tambi�n hab�a muerto all�. El
t�rmino �Armagued�n� deriva de �Har Magued�n � El Monte de Meguido�. Cuando
las tropas brit�nicas invadieron con �xito el norte de Palestina a trav�s del
estrecho de Meguido en la Segunda Guerra Mundial, para liberarla del r�gimen
turco, el comandante enjefe de las fuerzas triunfantes recibi� el t�tulo de
Lord Allenby de Meguido. El sitio de la antigua Meguido
es pr�digo en descubrimientos arqueol�gicos, pero hoy en d�a solamente hay un
kibutz que lleva el nombre de la antigua ciudad. |
Escrito y Recopilado por: Rabino Yaakov Asher Sinclair
Editor y Responsable: Rabino
Moshe Newman
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